Semillas de Chía
La Semilla de Chía fue cultivo básico de civilizaciones precolombinas, que la utilizaron como base de su alimentación y para elaborar medicinas. La semilla de Chía contiene la mayor fuente natural de Acido Linolénico (60%) que tiene usos en cosmetología. El remanente es el Aceite de Chía y contiene proteínas y fibra, pudiendo utilizarse como alimento humano y animal.
Fuente de Omega 3 Una cualidad única de las semillas del Chia es su elevado contenido de aceite, y la fuente vegetal más rica en Omega-3. La Chía es esencial para absorber las vitaminas A, D, E, y K. Poseen 23 % de proteína, fuente de vitamina B, calcio, potasio, cinc y cobre.
Ventajas de la Chia
La chía puede almacenarse por años sin que se deteriore el sabor o el valor nutritivo. El uso de Chía como fuente de Omega-3 previene la depredación de pescados azules. La Chía elimina la acumulación de toxinas como la dioxina y el mercurio que se acumulan en el pescado. La Chía agregada a las dietas animales provoca una fuerte reducción en el contenido de Acidos Grasos Saturados, hasta 30,6 % en alimentos que elevan Colesterol y Triglicéridos.
Polen
El Polen de las flores es recolectado por las abejas y se presenta en granos, que poseen riqueza en vitaminas, 21 aminoacidos esenciales para la vida, enzimas y fermentos.
Tónico
Aumenta Nro. de Glóbulos Rojos
Normaliza Función Intestinal
Elimina problemas hemorroidales
Revitaliza encías
Combate Jaqueca y Ansiedad
Devuelve Energía y Vigor
Combate la Gripe
Evita Transtornos Urinarios
Antidepresivo
Antibiótico Natural
Polén y Próstata
Estudios han ravelado efectividad del polen frente a los padecimientos de la próstata. Fue realizado por urólogos quienes hicieron observaciones en 172 varones con prostatitis. Gran parte mostró alivio y quienes siguieron utilizándolo no mostraron recaídas. Uno de esos pacientes aun cuando los médicos lo dieron de alta recordó que tuvo una recaída al no tomar su Polen, y prefirió seguir tomándolas, durante unos nueve años, sin presentar efectos colaterales negativos en ningún momento. Con ello se vio que la prostatitis se puede tratar con dosis frecuentes de polen. Otros médicos naturistas lo recomiendan como reconstituyente y preventivo y anotan que podría evitar que muchos varones lleguen a la cirugía. Asimismo, sugieren que se tome todos los días. El uso de polen en enfermedades prostáticas ha reportado resultados estimulantes, sobre todo en las primeras fases del desarrollo patológico. Un caso excepcional fue el de un hombre de 75 años con graves problemas prostáticos, quien tomó tabletas de polen por dos días, al tercer día descubrió, en el hospital donde le realizaban un estudio, que sus problemas habían desaparecido, ya que las radiografías que ahí le tomaron no mostraron rastro alguno de la enfermedad, sus síntomas se fueron sin dejar huella, por lo cual no hubo necesidad de operar.
Dosis
1 cucharadita de las de café en ayunas tomando seguidamente un sorbo de agua o té.
